La importancia de una buena portada: Ejemplos fallidos

Bueno, pues como no podía ser de otra forma, al hablar en una entrada anterior de esos ejemplos de portadas que me maravillan, lo único que puedo hacer en la de hoy es dedicarme a hablar de aquellas que, lo siento mucho, me parecen horrorosas y poco atractivas y que por consiguiente me han alejado de la lectura de algunos libros. 
Antes de continuar, un anuncio importante. ¡He encontrado trabajo! No sabéis lo contenta que estoy y lo afortunada que me siento, sobre todo teniendo en cuenta los tiempos que corren. Además tengo la sensación de que me va a gustar y... ¿acaso hay algo mejor que trabajar en algo que te gusta? Lo único que espero es poder seguir dedicándome al blog y a mi novela casi tanto como ahora. ¡Tendré que sacar horas de donde no las haya!
Como ya dije en la entrada de mis portadas favoritas, uno de los mayores alicientes que me impulsa a la compra de una novela en formato físico es el diseño de las cubiertas y la edición. La verdad es que no me he encontrado con muchas portadas feas, pero a lo largo de este año sí que he tenido entre mis manos alguna que otra que me han provocado lesiones oculares, no porque sean horrorosas, sino porque se nota demasiado que son montajes que pretenden impresionar y que en el fondo quedan bastante cutres, además del uso de colores estridentes que no pegan entre sí y tipografías poco adecuadas. 
Siempre diré que menos es más. Para mi gusto es mucho mejor utilizar una portada sencilla o con alguna imagen sugerente antes que hacerla demasiado vistosa y repleta de elementos que lo único que provocan a los lectores como yo el rechazo.

Dicho esto, aquí os ofrezco mi selección: 


Empezamos con polémica, porque sé que para muchos, las portadas de la Trilogía Millenium son lo más y un alarde de buen uso del diseño, pero en mi caso, me dan bastante repelús y por culpa de ellas jamás me ha interesado la saga. Ver a esas chicas medio deformes es que me da muy mal rollo...

Una trilogía como la de Los juegos del hambre merece unas portadas algo menos sosas. Ya sé que he dicho que menos es más pero.... ¡término medio! 


La apoteosis del mal gusto está en las portadas de otra saga juvenil. Aquí tenemos la anglosajona de Vampire Academy. Si os lo estáis preguntando, la española es igual. 

Y luego tenemos a las pastelosas portadas de la saga de Sarah MacLean. Tanto rosa y esa modelo ahí incrustada...¡hace que me duelan los ojos!

Como feas son también las que sacó Roca Editorial para las novelas de Nicholas Sparks. 





¡Menciones especiales!








Y el ganador a libro con la peor portada es...






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