¿Hay que obligar a que los niños lean?



Estrenamos nuevo mes en el blog (¡el tercero ya!) y hoy he creído oportuno dedicar un post a una de las preguntas que muchos padres y madres se hacen a lo largo de la infancia de sus hijos. ¿Hay que obligar a los más pequeños a leer? ¿Es necesario forzarles a que cojan un libro? Antes de nada me gustaría aclarar que yo no soy madre, por lo que no puedo quizá empatizar, pero sí he trabajado a lo largo de mi vida rodeada de muchos niños y además cuento con mi propia experiencia, como siempre, para daros mi opinión. 
Hay que partir de la base de que el gusto por la lectura es, a mi modo de ver, parte de la personalidad de cada uno, algo innato y que puede parecer que a simple vista no se puede modelar. No obstante, se puede intentar fomentar desde que el niño es muy pequeño. Si después de someter a los niños a repetidos estímulos relacionados con el hábito de la lectura vemos que el interés sigue siendo nulo, entonces ya se debería parar. No se pierde nada por intentarlo, pero si se fracasa en el intento hay que tener en mente una única cosa: hay personas a las que les gusta leer y otras a las que simplemente no les va

Una de las primeras actividades que se pueden llevar a cabo en la misión de fomento de lectura es, siendo el niño muy pequeño, leer cuentos. La voz de la madre y las fábulas que emanan de los libros siempre serán un buen aliciente para que la imaginación y la atención del niño estén alerta. Es un hábito que debe comenzar siendo el niño pequeño y hacerlo de forma amena y divertida puede ayudar bastante. He comprobado que los niños cuyos padres les han leído bastante cuando eran pequeños suelen desarrollar un fuerte interés por la lectura. Siempre hay excepciones, pero por regla general suele funcionar. Un buen truco es también permitir que el niño seleccione un libro o establecer turnos: una noche puede elegir el padre o la madre y otra el niño. Si es un libro con dibujos, que lo será la mayoría de las veces durante los primeros años, es también buena idea detenerse en ellos y preguntarle al niño cosas. 
En esta cuestión también tenemos que hablar del factor costumbre o hereditario, si queremos llamarlo así. Es un hecho que si el niño ve en sus padres gusto por la lectura, en los dos, lo más probable es que lo desarrolle también. Si uno de los padres es el que lee, las probabilidades ya son del 50% y en ese caso no valdrá el recriminarle al niño que no lee porque lo primero que dirá será "Tú tampoco" y se supone que los padres son un modelo de conducta. 
Otra forma de fomentar la lectura es, de vez en cuando y si el bolsillo lo permite, ofrecerle al niño comprar un libro. Hay miles de libros muy baratos de precio en cualquier librería. Se puede ver como una recompensa o simplemente ofrecérselo sin que exista motivo alguno. Darle la libertad para que elija (estableciendo siempre unas normas, rango de precios...) es una buena forma de incitarle a la lectura y al mismo tiempo fomentar su capacidad de decisión y elección
Las bibliotecas son vuestras mejores amigas si lo que deseáis es que vuestro hijo lea. Siempre tienen actividades muy interesantes diseñadas para fomentar la lectura y pasar un buen rato. Aparte de eso, todo padre que quiera que su hijo lea debería sacarle un carnet de biblioteca y, como en el caso anterior, establecer la rutina de ir, sacar los libros, leerlos y devolverlos. 

Como veis es un proceso que se tiene que modelar desde una edad muy temprana. Por otro lado y cuando los niños vayan alcanzando la edad más adulta, es posible que tengan amigos que les inciten a la lectura o todo lo contrario. Una cosa está clara: no se puede obligar a que un niño lea porque primero, estaremos haciendo que tenga manía a algo que realmente es maravilloso y segundo, estaréis francamente perdiendo el tiempo. 
Relacionado con este punto es importante hablar de la obligación a la lectura que se impone en los colegios y más todavía en institutos. Adoro leer, pero hasta yo reconozco que algunos libros que recomiendan por no decir obligan y en periodos de tiempo muy cortos leer en los institutos están desactualizados y no interesan para nada a los chavales. Por mucho que sea un clásico de nuestra literatura, no se puede pretender que un niño o niña de 13 años lea en 3 semanas "El camino", de Miguel Delibes. Sin embargo, a lo mejor pueden encontrar interesantes otros títulos como 'Un mundo feliz', de Aldous Huxley u otros con temáticas más atractivas para sus edades e igual de importantes para su cultura y aprendizaje. Creo que en ese sentido hay que saber empatizar. Si ya obligar a la lectura es nefasto para un crío por lo menos hazlo con títulos que le resulten interesantes y luego debate sobre ellos en lugar de hacer un examen
Y poco más que decir al respecto. Intentar desde muy pequeñitos que lean es vital para su futuro desarrollo, pero como he dicho al principio, no os tiréis de los pelos si veis que vuestro hijo no lee. Es algo que va en el carácter de cada uno y que, como digo, puede intentar cambiarse. 

Comentarios

  1. Tienes toda la razón, a los niños hay que inculcarles la lectura y cómo dices es una buena opción el sacarles un carnet de biblioteca donde tienen un sin fin de libros donde elegir. Un beso guapa y feliz lunes!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario